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Corrientes Oceánicas

Foto del escritor: Karen BurciagaKaren Burciaga

Actualizado: 22 nov 2021

La relación entre la atmósfera y el océano se lleva a cabo en la tropósfera, debido a que la superficie de la Tierra es la fuente de calor, producido por la radiación solar, que calienta a la atmósfera, y que influye en las condiciones del clima y del tiempo regulando la cantidad de gases atmosféricos y la de vapor de agua.

Se puede considerar que la atmósfera y los océanos tienen el mismo origen, por lo que presentan casi el mismo tipo de constituyentes químicos; sin embargo, la superficie del océano es, en realidad, una superficie versátil e inestable de una complejidad asombrosa.


En la publicación de hoy se hablara sobre las corrientes oceánicas; un fenómeno fascinante estudiado por la humanidad desde tiempos inmemoriales. Manifiestan el carácter dinámico de los océanos, participan de los ciclos biogeoquímicos de intercambio de materia y energía planetarios, regulan el clima y, en definitiva, definen nuestro entorno.

Figura 1. Las corrientes oceánicas y...


Primeramente, ¿qué son las corrientes oceánicas?

Las corrientes oceánicas o corrientes marinas, son los movimientos horizontales de las aguas oceánicas y grandes mares. Se miden en metros por segundo o nudos, donde 1 nudo equivale a 1.85 kilómetros por hora.

El movimiento representado por las corrientes, es impulsado por tres principales factores:

· El viento, impulsa las corrientes que se mantienen en la superficie del océano o muy cerca de esta. En el océano abierto, el viento tiene la suficiente fuerza como para impulsar las corrientes que circulan el agua a través de las cuencas oceánicas.

· Las variaciones de densidad del agua, a esto se le conoce como circulación termohalina, o coloquialmente como “cinta transportadora oceánica”. Las corrientes son impulsadas por las diferencias de densidad en el agua debido a las variaciones de temperatura y salinidad de las regiones oceánicas.

· Las mareas, son ascensos y descensos del nivel del agua de mar que crean corrientes poderosas, especialmente cerca de las costas. Este tipo de corrientes afecta el clima global, pues circula las aguas cálidas del ecuador y las frías de los polos.

Figura 2. El sistema de corrientes oceánicas...


Efecto Coriolis El efecto Coriolis, no es un factor de movimiento como suele considerarse erróneamente, sino una consecuencia del movimiento de rotación de la Tierra, lo que hace que las aguas oceánicas giren y fluyan hacia diferentes direcciones de acuerdo a su ubicación geográfica. Mientras más lejos del ecuador estén las aguas, más lento será su movimiento, ya que la Tierra gira más rápido en la línea ecuatorial. Por lo tanto, el efecto Coriolis desvía a las corrientes marinas hacia la derecha en el hemisferio norte y hacia la izquierda en el hemisferio sur, pero la desviación va haciéndose mayor conforme se acerca a los polos y es nula en el ecuador.


Podemos dividir las corrientes oceánicas en superficiales y profundas o termohalinas

Las corrientes superficiales se dan en los primeros 400 m de la columna de agua y están bajo la influencia de la atmósfera. Siendo la radiación solar y el efecto de los vientos (forzamiento mecánico) los principales factores que las originan. Aunque estas corrientes coinciden bastante con los cinturones de vientos, puede observarse una desviación respecto a los mismos. Ello se debe a los obstáculos que representan los continentes y a la influencia de la aceleración de Coriolis. Podemos imaginarlas como anillos que giran en sentido horario o antihorario según nos encontremos en el hemisferio norte o sur, respectivamente, y se ubican entre el ecuador meteorológico y los hemisferios. Siguen los giros oceánicos y transportan masas de agua desde el ecuador (mayor temperatura y menor densidad que las aguas profundas) hacia los polos.

El movimiento de las corrientes termohalinas está provocado por las diferencias de salinidad y temperatura entre masas de agua, es decir, por diferencias de densidad. Las aguas más densas que las circundantes se hunden y son reemplazadas por aguas menos densas que afloran y ocupan su lugar. Tras este desplazamiento vertical de la masa de agua, comienza un peregrinaje horizontal condicionado por el gradiente de densidad. Estos flujos tienen una dirección básicamente meridional, transportando aguas frías de los polos al ecuador. Son corrientes de aproximadamente 1 cm/s, 10 ó 20 veces más lentas que las que se dan en superficie.

Figura 3. Principales sistemas de corrientes oceánicas superficiales


Tipos de corrientes

  • Corrientes costeras. Son las corrientes que fluyen paralelas a la costa y pocas veces superan un nudo. Sin embargo, es posible que se supere esta velocidad si se mide dentro de la zona de oleaje. La intensidad de las corrientes costeras disminuye al alejarse de la costa. Este tipo de corrientes representa un peligro para bañistas y buzos, ya que pueden arrastrar a las personas hacia áreas rocosas donde puedan sufrir accidentes, o hacia áreas más profundas poco favorables para quienes están agotados o cuentan con poca habilidad para el nado.

  • Corrientes de resaca o de retorno. Se trata de corrientes donde el mar “busca” su propio nivel. Puede llegar a distancias desde 25 m hasta 1 km y su intensidad depende de la fuerza de oleaje. Cuanto más grandes sean las olas cercanas a la costa, mayor será la corriente. Sin embargo, la fuerza de la corriente es más fuerte durante la calma del oleaje. Las corrientes de retorno se generan por el rompimiento irregular de las olas a lo largo de su cresta. Estas olas poseen mucha energía de movimiento, por lo que regresan al mar a través de un canal que fueron haciendo por su continuo movimiento.

  • Corrientes de viento. También son conocidas como corrientes superficiales. El viento se encarga de arrastrar las capas superficiales del agua hacia adelante y va perdiendo intensidad cuanto mayor es la profundidad. Sin embargo, el viento hace una labor suficiente para influir en los movimientos oceánicos de todo el mundo. La fuerza de estas corrientes, depende de la velocidad, constancia y duración de los vientos, y se reconocen tres factores que influyen en la velocidad: profundidad del agua, topografía del fondo marino y temperatura. Por lo tanto, las aguas más frías y con mayor presión hidrostática, frenan las corrientes.

  • Corrientes de convección. Las corrientes de convección o “corrientes de circulación profunda”, también son impulsadas en parte por los vientos, pero su característica principal es la variación de temperatura de las aguas. Sabemos bien que el océano es más frío conforme se acerca a los polos y más cálida cerca de los trópicos; por lo tanto, el calor de las aguas se equilibra al distribuirse de manera horizontal, descendente y ascendente logrando un ciclo. De manera que el agua superficial, cálida y poco densa, se dirige hacia el fondo más frío y denso. A su vez, el agua fría del fondo, sube a la superficie y adquiere una nueva temperatura más cálida, favoreciendo la evaporación.


Importancia de las corrientes oceánicas

Las corrientes oceánicas son tan importantes para el planeta como lo es el sistema circulatorio para un organismo. Las características de las masas de agua y los equilibrios hidrostáticos que entre ellas se establecen definen la estructura de los océanos. Protagonizan el intercambio de materia y energía dentro de este medio fluido, así como con la atmósfera. Detalle que las convierte en pieza clave en la dinámica climática planetaria.

Las corrientes también benefician el transporte y comercio, ya que la propulsión por viento y oleaje a la misma dirección, reduce el costo de combustible en los viajes.

Los buzos profesionales y por pasatiempo, deben conocer todos los tipos de corrientes oceánicas y sus características, pues de esta manera, evitarán peligros por succiones.

Figura 4. Las corrientes oceánicas de los polos...


Como dato: ¿Qué hacer en caso de arrastre por una corriente marina? La única recomendación para asegurar la vida, es la de recordar una sola indicación básica: nadar rápidamente a cualquier lado en paralelo a la costa, ya que estos embudos o canales son estrechos y no miden por lo general más de 10 metros.

Si nadamos hacemos hacia adelante, es decir, contra la corriente, nunca lo lograremos. La fuerza del agua solo provocará nuestro agotamiento y un mayor alejamiento de la orilla. Por consecuencia, el pánico hará que las posibilidades de supervivencia sean bajas.

Figura 5. Cómo identificar las corrientes más...





Referencias

Viñas M. (Jul 2020). La interacción de la atmósfera con los océanos. Meteored.

Corrientes oceánicas. GeoEnciclopedia.

Corrientes oceánicas. innova.




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